Las tecnologías de comunicación cuántica ofrecen una seguridad mejorada para las transacciones financieras, utilizando métodos de cifrado cuántico para proteger los datos sensibles frente a las amenazas cibernéticas. Además de la distribución de claves cuánticas (QKD), las instituciones financieras pueden comenzar a adoptar algoritmos resistentes a la cuántica para protegerse de futuros ataques posibilitados por el algoritmo de Shor, que podría eventualmente romper los sistemas de cifrado ampliamente utilizados hoy en día. En conjunto, estos enfoques contribuyen a construir un marco más seguro y preparado para el futuro en la protección de datos financieros.