La detección cuántica permite a los investigadores detectar e imaginar biomoléculas con una precisión sin precedentes, revelando interacciones sutiles que antes eran invisibles. Al proporcionar una visión más clara y detallada de los mecanismos de las enfermedades a nivel molecular, ayuda a los científicos a diseñar medicamentos altamente específicos con menos efectos secundarios, acelerando el camino hacia terapias innovadoras.