La computación cuántica ofrece a los hospitales la posibilidad de abordar desafíos complejos de programación y asignación de recursos que resultan difíciles de resolver de manera eficiente con los ordenadores clásicos. Al aprovechar algoritmos de optimización cuántica, los hospitales pueden reducir los tiempos de espera de los pacientes, aumentar la eficiencia en la programación de cirugías, mejorar el uso de los recursos y lograr mejores resultados clínicos.